EL ENSAYO ESPAÑOL: EL SIGLO XVIII (T. 2)

A falta, quizá, de obras maestras en la poesía o la novela, la España del siglo XVIII produjo una multitud de obras difíciles de clasificar en los géneros consagrados en el período anterior y que tampoco encajan en los moldes tradicionales de la literatura didáctica. A muchas de esas obras conviene perfectamente, en cambio, la etiqueta de ensayo. En efecto, el texto breve, libre en su desarrollo, personal en su expresión, notablemente abierto a las circunstancias concretas en que se gesta, es uno de los vehículos más empleados por los intelectuales de la época para enfrentarse con los problemas que les inquietan, desde la libertad de pensamiento o la reforma universitaria hasta los privilegios estamentales del clero y la nobleza o del derecho a opinar en cuestiones académicas y politicas. Junto a los grandes nombres de Feijoo, Cadalso o Jovellanos, otros hoy menos recordados, pero esenciales para conocer el panorama de la Ilustración, ofrecen aquí una imagen vivísima del momento decisivo en el proceso de la modernidad española.