Sinopsis de LAS BIENAVENTURANZAS: TRADUCCION Y COMENTARIO DE MATEO 5, 1-12
''Dichosos los que eligen ser pobres'', ''dichosos los que sufren'', ''dichosos los que tienen hambre''... Lo que es considerado una desgracia por el común de los mortales o un estado de sufrimiento del que se hace lo imposible por salir, se mostró en la predicación de la Iglesia como un estado de privilegio en el que, quien se hallase, debía permanecer feliz para asegurarse la futura recompensa celeste: porque de ellos es el reino de los cielos''. A esto se llamaba ''buena noticia''.Tal predicación estaba inevitablemente abocada al fracaso. Cuantos vivían fuera del estado de pobreza y aflicción se cuidaban mucho de entrar en esta categoría de dichosos, y quienes se encontraban, por el contrario, en él harían lo imposible por salir del mismo, abandonando de buen gusto pobreza y bienaventuranzas.La responsabilidad de la distorsión del mensaje evangélico, una vez más, se atribuye en parte a la traducción poco acertada de un texto tan importante para la vida del creyente. Las bienaventuranzas proclamadas por el evangelio no son una letanía consoladora para confortar a los atribulados del mundo, sino una invitación de hecho a eliminar las causas de su sufrimiento. Jesús no anima a los hombres a la resignación pasiva, sino que pide a los creyentes poner manos a la obra para que no existan más situaciones de infelicidad. No proclama dichosos a los pobres, a los que sufren, a los que tienen hambre en cuanto tales, si no es para que las situaciones de sufrimiento de éstos sean eliminadas por parte de la comunidad de los creyentes.
Ficha técnica
Editorial: El Almendro
ISBN: 9788480050333
Idioma: Castellano
Número de páginas: 188
Tiempo de lectura:
4h 25m
Encuadernación: Tapa blanda
Año de edición: 2001
Plaza de edición: Madrid
Especificaciones del producto
Escrito por Alberto Maggi
Alberto Maggi (Ancona, 1945), fraile de la orden de los Siervos de María, es teólogo y biblista católico. Ha estudiado en las Facultades de Teología «Marianum» y Gregoriana de Roma, y en la Escuela Bíblica y Arqueológica de Jerusalén. Desde 1995 dirige el Centro Studi Biblici «G. Vannucci» en Montefano. Se dedica a la difusión de estudios bíblicos a través de conferencias, publicaciones y emisiones de radio y televisión.