Bello como una prisión en llamas narra un episodio de la historia de Inglaterra mal conocido en ese país y completamente desconocido por estos lares: la primera gran insurrección proletaria de la era industrial.A comienzos de junio de 1780, la aprobacion de una ley considerada papista desencadeno un monumental motin que, sin jefes ni doctrinas, y abundantemente regado con ginebra y otras bebidas etilicas, desemboco en una gran fiesta popular a lo largo y ancho de la que entonces era la ciudad mas grande de Europa: Londres.Al grito de ¡No a la esclavitud! se quemaron las casas de los politicos, se socializaron las destilerias, se destruyeron los simbolos de la opresion y se incendiaron las prisiones, no sin antes poner en libertad a los pobres (sus moradores habituales).Esta breve narracion viene a mitigar el desconocimiento, la ocultacion y la deformacion de estas jornadas, que por olvidadas nos resultan aun mas memorables.
El movimiento luddita (1811-1817) intentó resistirse con vigor a la introducción del maquinismo en la industria textil inglesa y condujo al reino desunido al borde de la insurrección. A lo largo del relato de estos hechos, en ocasiones picarescos, se perfila el nacimiento del capitalismo dominante, que configura las formas modernas de la alienacion.Vemos aqui como las sociedades secretas obreras conspiran contra una burguesia manufacturera en pleno ascenso, pero tambien contra una aristocracia declinante que aun es dueña de las armas y de las leyes, y que esta dispuesta a servirse de ellas contra los pobres.Superando los puntos de vista sesgados sobre los destructores de maquinas bien sea vilipendiandolos por pasadistas o exaltandolos como precursores, este relato, salpicado de numerosos documentos, explora la universalidad y la actualidad de esta sublevacion primeriza contra el regimen salarial.