El beso es un acto instintivo en el que se juntan dos labios para expresar multitud de sentimientos. Besamos como andamos, sin necesidad de reflexionar en lo que hacemos, pues besar es algo consustancial al hombre y sus orígenes se confunden con los de la apariciónn de éste sobre la tierra. Pero también el beso es una cuestión compleja e incluso trascendental, ya que hay una muy extensa tipología de besos y las motivaciones del que besa son también diversas. Podemos hablar del beso materno, pero también del beso sagrado con su collar de besos precristianos, rituales, litúrgicos, místicos, iniciáticos, mágicos, linguales, sexuales, amorosos, pasionales y hasta, en lo último de la escala, besos de cura. Besos dulces y salvajes, besos cuyo motivo es el saborearse los amantes, besos alegres y febriles e incluso besos de traidor. ALEJANDRO ARRIBAS JIMENO, a través de un texto delicioso, traza la historia del beso y nos lo muestra como todo un programa para curarse, pactar, firmar alianzas, expresar reverencias y, en última instancia, como un instrumento para relacionarse con
los otros.