Seis códices en caracteres latinos copiados entre el siglo X y los inicios del XIII con la obra de san Ildefonso, titulada Libellus de virginitate Sanctae Mariae contra tres infideles, sirven de hilo conductor para analizar la producción manuscrita toledana a través de la perspectiva que proporcionan la materialidad y la escritura de los libros, que son por este motivo una fuente para el historiador