Vale por una invitación al Fin del Mundo. Se celebrará este próximo sábado en el lugar que encontrarás dentro del libro. Tráete un bocata, por si el monstruo tiene hambre. Aquí debería ir la foto de Chulu, pero como es muy feo y da mucho miedo hemos decidido dejar el hueco en blanco con esta explicación. Si lo prefieres, puedes pegar una foto tuya… ¡antes del Fin del Mundo, claro!
Ficha técnica
Ilustrador: María Corredera
Editorial: El Transbordador
ISBN: 9788494999109
Idioma: Castellano
Número de páginas: 100
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 25/03/2019
Año de edición: 2019
Plaza de edición: Es
Especificaciones del producto
Escrito por Miguel Matesanz
Miguel Matesanz nace el 6 de julio de 1964 en un hospital de Chamberí, pero en seguida es llevado en brazos a la que será su residencia perpetua, el barrio Lucero de Madrid, el Bronx de la capital en los sesenta y setenta. A los siete años, escribe su primera obra de teatro. Gran éxito entre la chiquillería reunida en el aula. El niño Miguel muere de forma convincente al recibir la estocada de su compañero de estudios Espinosa (a ver quién es el guapo, a estas alturas, que se acuerda del nombre de Espinosa). El profesor de Literatura, don Domingo, le dice al niño Miguel en un aparte: “Escribes muy bien. Deberías dedicarte en serio a ello”. Nuestro protagonista acaba de ser condenado de por vida. Entre los siete y los nueve años, el niño Miguel escribe un montón de cuentos y el guión de varios tebeos, que también dibuja y comparte con sus amiguitos. Por increíble que parezca, ninguno le retira la palabra. A los diez años escribe su primera novela. Un best-seller incomprendido por los editores de la época así como por el propio autor, que aún hoy se ruboriza cada vez que recuerda alguno de sus pasajes. El niño Miguel escribe, escribe, escribe. En cuadernos milimetrados que compra en la papelería del barrio. Después de hacer los deberes y antes de zamparse la cena. El hambre afila sus ideas, como si fuera un hijo de Dickens. Escribe varias novelas en la década de los noventa: tres de ciencia ficción, que envía al Premio de Novela Corta de la UPC; tres infantiles. En marzo de 2004, cuando más convencido está de que no conseguirá publicar jamás, empieza a escribir un cuento a la semana. Escribe más de treinta y los envía a más de cuarenta certámenes literarios. Cada vez que se falla un premio y no ha recibido la llamada gloriosa, aprieta un poco más los dientes y escribe con más coraje. De perdidos, al río. Recibe una mención especial en el 5º Premio Artífice de Relato Corto y Poesía de Loja (agosto 2004) por el cuento “El señor del amor”. _______________________________