Alojarse en un ryokan supone mucho más que descansar en un hotel japonés: es un auténtico viaje en el tiempo, ya que el viajero se hospeda en el Japón antiguo. Contemplando la forma del ryokan, su situación y otras características, el huésped participa del estilo de vida tradicional de un país que, durante más de un milenio, permaneció aislado de influencia externas, desarrollando una cultura fascinante que se caracteriza por una estética sublime.