Si piensas que el mundo ya es justo y además no necesitas ninguna excusa, entonces, pasa de largo por estas letras. –¿Que todo es inevitable? –dices–. Y que ya nada es posible. ¡Qué pena! O si piensa
Una rápida ojeada por el índice muestra a las claras lo que puede esperar el lector de los relatos de Jose G. Hierro. Títulos como El sacrificio de Uxulán, El sueño de Muralsín y La caja de Antioquía, por poner unos pocos ejemplos, abren la puerta al misterio. La sola fuerza evocadora de estos nombres exalta el intelecto; desde las primeras lineas, los relatos llevan en vuelo la imaginacion del lector a traves de selvas enmarañadas y templos de escarpada arquitectura, de manera que pueda abandonar, sin ningun reparo, las mecanicas faenas de lo cotidiano.A esa atraccion por lo exotico, tan querida a la cuentistica de Jose, ha de sumarse la atencion a lo humano: las grandes pasiones y las miserias humanas son retratadas por el autor con el mismo empeño y detalle.Si Borges y Cortazar, en su brevedad narrativa y universalismo tematico, resuenan como referentes de estos cuentos, tambien lo hacen Shakespeare, Dante y Milton, con su ambicion por retratar los recovecos del alma.