En Manual para sacar un conejo de una chistera, los poemas, como esas pequeñas voces que tan a menudo nos acompañan, van tejiendo un viaje y una historia. ¿Cuáles? Si, como Charles Simic escribiera, un poema es un secreto compartido por personas que nunca se han conocido, para descubrirlos, el lector debera meter la mano en su propio sombrero, ser el mago y el conejo, abjurar de su propia magia e interpelar, como Jano bifronte, a un tiempo al haz y al enves. Claro que, como se advierte desde un principio, puede ser necesario caer en picado y entrar en un tunel / donde solo te guia un punto / de luz. O no.