Quien lea estos cuentos estará leyendo siempre la misma historia pero con tratamiento diferente. Versiones distintas con ritmo de salmodia cantada. Es el mismo personaje, soñador, inquieto, frustrado, con la inseguridad de su paso por la tierra, primero la suya propia, luego las otras ajenas que aun no siendo suyas las busca como quien busca un sueño, o se busca a si mismo sin encontrarse. El sueño, la mentira, son su sustento, es lo que creyo ser y no fue. Es una mezcla de cura y militar, carlista y liberal, es el substrato del hombre que la habita, tolerancia, intolerancia, pasion y escapatoria. En estos relatos, a veces simples fogonazos o relampagos, se entrecruzan inmisericordes, obsesiones y sueños, desencantos. La obsesion principal es la decadencia avisadora de la muerte y la muerte misma, escenificada en la guerra, la del 36, todavia viva, sin cicatrizar. Estan tambien presentes los sueños de gente que no quiere morir y persiste en perpetuarse a traves de biografias inventadas, o en apropiacion indebida, cogidas de otros. Gentes fascinadas por huir, o que huyeron y regresaron con el amargor del fracaso. Este y no otro es el sentido que el autor ha dado a estas fabulas. Pablo Antoñana nacio en Viana en 1927, precisamente en la casa en que nacio el escritor Navarro Villoslada. Estudio Magisterio en Logroño, se licencio en Derecho en Zaragoza. A partir de 1952 y hasta su jubilacion ejercio de secretario de los Ayuntamientos de Sansol, El Busto, y Desojo, en la merindad de Estella. Sus primeros contactos con la literatura se inician en 1947 publicando cuentos en el periodico Amanecer, en el semanario Domingo y en las revistas universitarias como Cerbuna. Funda en Zaragoza, con Jose Maria Agirre, la revista de poesia Almenara, año 1950. En 1959 gana su primer premio literario, el Sesamo de novela corta, y desde entonces no ha dejado de escribir. Ha publicado articulos y cuentos en la prensa, Diario de Navarra, Navarra Hoy, Egin. En 1996 se le concedio el premio Princi
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