En la tradición poética hispana hay una jugosa corriente de erotismo que ha sido injustamente silenciada. Desde el Arcipreste de Hita hasta José Ángel Valente, pasando por Francisco de Quevedo, F. M. Samniego, Ruben Dario, Ramon de Campoamor, Pablo Neruda o Federico Garcia Lorca, ningun poeta de talla ha dejado de cultivar este tipo de poesia, que no es un subgenero, sino una consecuencia directa de la libertad de espiritu. La presente antologia recorre nuestra historia literaria, desde el siglo XI hasta el XX, a lo largo de todo el ambito geografico de nuestra lengua.
Tiempo al tiempo va introducido por este poema del autor: "Para decir lo justo/ hay que decirlo todo y arriesgarse/ a que el exceso minucioso hiera/ exactamente donde/ la voz coincide con su propia historia./ Porque el lenguaje tiene una justicia/ ilimitada./ Y no perdona a nadie.