En Dictadores: Francisco y Leopoldo, Sergi Puyol e Irkus E. Zeberio interpretan un episodio de la vida de dos tiranos de la historia contemporánea. Irkus ha dibujado a Leopoldo II de Bélgica cortando manos de esclavos. A esclavos viendo visiones de Tintín. A Tintín buscando elefantes. El Congo viviendo al límite. Sergi ha metido a Francisco Franco, desalmado dictador ibérico, en un buen tinglado: se ve obligado a defender la tierra de la Tercera Gran Invasión Alienígena con la única ayuda de un antiguo rifle, un reloj holográfico futuristal, 12 soldados y su desbordante ingenio
"Pero ¿qué diablos es exactamente la «sangre extraña»?Arnaldo odia los viernes, odia trabajar, odia odiar tanto, odia la vida. Pero incluso un holgazán nihilista se puede dejar seducir por el destello de la acción y el misterio.Cuando se cruza con un señor calvo que recita, en trance catatónico, una enigmática frase, su existencia se convierte en una búsqueda trepidante y obsesivamente quijotesca. Atravesará novelas rusas, hectolitros de cerveza, enigmas cotidianos, tótems mentales de chicle y dudas metafísicas.Lo difícil no es tener una obsesión. Lo verdaderamente complicado es no tener muchas más.Uno puede escapar de cualquier sitio menos de su cabeza.Y la clave no reside en saber qué es la sangre extraña, sino en seguir viviendo después de haberlo descubierto."
Arnaldo odia los viernes, odia trabajar, odia odiar tanto, odia la vida. Un día, cuando se cruza con un señor calvo que recita, en trance catatónico, una enigmática frase, su existencia se convierte en una busqueda trepidante y obsesivamente quijotesca. Atravesara novelas rusas, hectolitros de cerveza, enigmas cotidianos, totems mentales de chicle y dudas metafisicas.Lo dificil no es tener una obsesion. Lo verdaderamente complicado es no tener muchas mas.Uno puede escapar de cualquier sitio menos de su cabeza.Y la clave no reside en saber que es la sangre extraña, sino en seguir viviendo despues de haberlo descubierto.