Desde los primeros siglos de la historia del cristianismo (del I al III), vírgenes cristianas se comprometían en el seguimiento de Cristo guardando este estado de vida consagrada. Gracias a su inmensa erudicion de historiador y de canonista, Rene Metz vuelve a trazar la historia institucional de este estado de vida, en particular la evolucion del ceremonial de este rito de consagracion, hasta la actual version francesa del Ritual de consagracion de las virgenes. El autor distingue varias etapas: la grandeza primitiva, una cierta decadencia al final de la Edad Media y un rebrote de interes por el rito de la consagracion de las virgenes desde la segunda mitad del siglo XIX. Con el monaquismo femenino, ha aparecido tambien una consagracion particular para las monjas, pero es la institucion primitiva de la consagracion de las virgenes que viven en su medio social bajo la responsabilidad del obispo diocesano, la que ha sido redescubierta y finalmente autorizada de nuevo en el siglo XX, segun un estatuto especifico que protegen el derecho canonico de tradicion latina y el de tradicion oriental. Hoy, las virgenes pueden ser instituidas por la Iglesia; se comprometen a la castidad individualmente, en su medio social, por un rito publico. Pertenecen a lo que la Iglesia llama el Orden de las Virgenes; pueden asociarse entre ellas. Expresando el proposito sagrado de seguir a Cristo mas de cerca, son consagradas a Dios por el Obispo diocesano segun el rito liturgico aprobado, celebran desposorios misticos con Jesucristo, Hijo de Dios, y se entregan al servicio de la Iglesia.
Desde los primeros siglos de la historia del cristianismo (del I al III), vírgenes cristianas se comprometían en el seguimiento de Cristo guardando este estado de vida consagrada. Gracias a su inmensa erudicion de historiador y de canonista, Rene Metz vuelve a trazar la historia institucional de este estado de vida, en particular la evolucion del ceremonial de este rito de consagracion, hasta la actual version francesa del Ritual de consagracion de las virgenes. El autor distingue varias etapas: la grandeza primitiva, una cierta decadencia al final de la Edad Media y un rebrote de interes por el rito de la consagracion de las virgenes desde la segunda mitad del siglo XIX. Con el monaquismo femenino, ha aparecido tambien una consagracion particular para las monjas, pero es la institucion primitiva de la consagracion de las virgenes que viven en su medio social bajo la responsabilidad del obispo diocesano, la que ha sido redescubierta y finalmente autorizada de nuevo en el siglo XX, segun un estatuto especifico que protegen el derecho canonico de tradicion latina y el de tradicion oriental.Hoy, las virgenes pueden ser instituidas por la Iglesia; se comprometen a la castidad individualmente, en su medio social, por un rito publico. Pertenecen a lo que la Iglesia llama el Orden de las Virgenes; pueden asociarse entre ellas. Expresando el proposito sagrado de seguir a Cristo mas de cerca, son consagradas a Dios por el Obispo diocesano segun el rito liturgico aprobado, celebran desposorios misticos con Jesucristo, Hijo de Dios, y se entregan al servicio de la Iglesia.