Una colección de siete relatos que exploran un futuro en el que lo virtual y lo físico compiten por definir la experiencia humana.¿Qué es el miedo? ¿Es la sensación de que nuestra realidad está a punto de quebrarse? ¿Puede de algun modo esa sensacion, incomoda, angustiosa e inexplicable, hacernos sentir comodos? Los siete relatos de Europa exploran las formas contemporaneas de la inquietud: el apocalipsis privado de cada dia y el apocalipsis colectivo que sobrevuela el horizonte, escenarios de incertidumbre ante una realidad tan opaca que los entornos virtuales pueden suponer un refugio, aunque tambien escondan las revelaciones mas perturbadoras.Eran las tres de la madrugada. Y no existia un solo medio informativo que no radiara en todos los formatos posibles la noticia del descubrimiento de los invertebrados de Europa. Europa, luna helada a la sombra de Jupiter, arañada por inmensas cicatrices rojizas, en cuyas aguas quiza se encuentren signos de vida, se convierte en el enigmatico punto de fuga al que se orientan los siete relatos de este libro.Un padre observa los sueños de su hijo y descubre, quiza, mas de lo que quisiera saber; un hombre desempleado se pierde en un videojuego de su infancia; una adolescente asume la enfermedad de su padre como si se tratara de una simple averia domestica. Dos cientificos discuten sobre donde envejecer ante un mundo que colapsa, mientras que en el desierto un grupo de aldeanas proyecta sus recuerdos al cielo, en un dialogo imposible con lo desconocido, y un astronauta camina en soledad por un planeta extraño y se expone a la vastedad del vacio.Luis Lopez Carrasco, con una prosa de inusitada calidez y elegancia, disecciona los pequeños actos de resistencia y las sutiles formas de conexion que permiten que las subjetividades se reconozcan. Europa, debut narrativo del autor, que publicamos en una nueva edicion revisada, es una extraordinaria coleccion de relatos que trata de iluminar un futuro desolador desde la perspectiva de un presente que nos obliga a posicionarnos, donde la presencia amenazante del porvenir nunca puede ser un pretexto para sumergirse desesperadamente en el pasado.