Sinopsis de 2050. POR QUÉ UN MUNDO SIN EMISIONES ES CASI IMPOSIBLE
El mayor experto mundial en el campo de la energía explica por qué no alcanzaremos el objetivo global de cero emisiones en 2050.
A pesar de los acuerdos internacionales, la regulación, la inversión pública y privada, el progreso técnico y los cambios de comportamiento, el consumo mundial de combustibles fósiles aumentó un 55 % entre 1997 y 2023.
En el mismo periodo, la proporción de combustibles fósiles en el consumo energético global ha pasado del 86 % al 82 %.
La cruda realidad es que la transición en curso será muy larga y complicada. Opera a una escala sin precedentes, exige tecnología que aún no ha sido inventada y cantidades ingentes de recursos naturales y plantea imponentes desafíos ambientales, sociales, económicos y geopolíticos. Debemos escoger: invertir un 20 % del PIB mundial en la transición; decrecer voluntariamente (o colapsar involuntariamente); o renunciar al objetivo climático de 1,5 ºC y fiar así el mundo al destino, devolviéndole a los dioses lo que la modernidad quiso quitarles.
Ficha técnica
Editorial: Arpa Editores
ISBN: 9788410313248
Idioma: Castellano
Número de páginas: 112
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 04/11/2024
Año de edición: 2024
Colección:
Ensayo
Ensayo
Especificaciones del producto
Escrito por Vaclav Smil
Vaclav Smil (Pilsen, 1943) es un científico checo-canadiense reconocido a nivel mundial por sus aportes en los campos de la energía, el medio ambiente, la demografía y las políticas públicas. Profesor emérito de la Universidad de Manitoba, ha publicado más de 500 artículos científicos y 60 libros, entre los que destacan ¿Cómo funciona el mundo? (2023) y Energía y civilización. Una historia (2021). La revista Foreign Policy lo ha incluido entre los 100 pensadores más influyentes del mundo, y en 2013 fue condecorado con la Orden de Canadá, entre muchos otros premios y distinciones. Ha impartido cientos de conferencias y ha trabajado como consultor para instituciones estadounidenses, europeas e internacionales. En la actualidad lleva una vida sencilla: cultiva parte de sus propios alimentos, lee alrededor de cien libros no técnicos al año y se niega a tener un teléfono móvil para dedicarse por completo a la investigación y la escritura.