Sinopsis de EL BANQUERO ANARQUISTA Y OTROS CUENTOS DE RACIOCINIO
Poeta excepcional y lúcido comentarista de la literatura y el arte contemporáneos, Fernando Pessoa (1888-1935) no ocultó su interés por el relato policiaco, cuya lectura consideraba «una de las pocas diversiones intelectuales que aún le queda a lo que aún queda de intelectual en la humanidad». El banquero anarquista y otros cuentos de raciocinio reúne una interesante muestra de una original creación que enlaza con el género de la narración de misterio y que pronto deja paso a una voz muy particular, al inconfundible estilo del propio Pessoa. El relato que da título al volumen constituye un inestimable juego de deducción lógico-silogística, mientras que «Una cena muy original» –escrito en inglés y firmado con el significativo nombre de Alexander Search, uno de los más antiguos heterónimos del autor– y los restantes cuentos breves –algunos de ellos proyectos nunca finalizados– muestran el talento narrativo y la pasión por el raciocinio del gran poeta portugués.
Ficha técnica
Traductor: Miguel Ángel Viqueira Niel
Editorial: Alianza Editorial
ISBN: 9788420662626
Idioma: Castellano
Número de páginas: 152
Tiempo de lectura:
3h 33m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 07/05/2008
Año de edición: 2008
Plaza de edición: Madrid
Colección:
El Libro de Bolsillo
El Libro de Bolsillo
Peso: 114.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Fernando Pessoa
Fernando Pessoa (Lisboa, Portugal, 1888-1935), escritor, crítico, dramaturgo, ensayista, traductor, editor y filósofo, fue una de las figuras literarias más importantes y complejas del siglo xx y uno de los grandes poetas en lengua portuguesa. Director y colaborador de varias revistas literarias, se ganó la vida como redactor de correspondencia extranjera para empresas comerciales, traductor y vendedor de horóscopos. Escribió en inglés (vivió en Suráfrica en sus años mozos) una parte de su obra, que se desplaza magistralmente de la vanguardia al clasicismo. Desdeñoso de la fama, propuso siempre lo que él llamó una “estética de la abdicación”, en la que incluía no sólo “la posibilidad de bienestar material” sino todo el sistema de relaciones humanas, desde el amor a la amistad, convencido de que el hecho divino de existir no debe asimilarse al hecho satánico de coexistir.