La globalización no es un fenómeno nuevo. Desde tiempos inmemoriales los pueblos poderosos han extendido sus hábitos de vida, sus logros y sus prejuicios más allá de sus fronteras originales. Hoy vivimos, de modo inevitable, nuevas formas de globalización, quizá más polimorfas que las de antaño, pero no menos confl ictivas. El Estado se ve acorralado por el poder del mercado, lo colectivo sobrevive a duras penas en una sociedad altamente individualizada, la democracia se ve amenazada subliminalmente por las grandes corporaciones y los intereses mas espúreos, el planeta se resiente y da alarmantes signos de fatiga. ¿Cómo repercute todo ello en la mentalidad, los hábitos y, en defi nitiva, en la vida de todos nosotros?