Este trabajo incide en el valor que adquieren elementos como el vacío o el silencio en el ámbito de la investigación. El arte en nuestro entorno occidental no suele valorar estos componentes estéticos y filosóficos, algo que sí ocurre en las tradiciones orientales. Esto nos lleva a plantearnos el papel que pueden desempeñar el silencio y el vacío en la investigación actual, especialmente considerando la reflexión necesaria que nos impulsa a revisar la importancia que estamos otorgando a la tecnología digital y a todos los dispositivos que la acompañan.Nos preocupa haber caído en la trampa de publicar artículos en revistas como si fuéramos gallinas poniendo huevos a escala industrial. No se trata de esquivar la investigación, sino de potenciar la capacidad de actuar por nosotros mismos, de conocernos y de saber funcionar mejor, apoyándonos en las tecnologías.A partir de estas premisas, nos centramos en la obra de Giorgio Morandi para elaborar una reflexión meditada basada en sus aportaciones, alentando así una nueva manera de interpretar las ideas y manifestaciones del arte. Destacamos la necesidad de observar con detenimiento e insistimos en aquello que nos transmite el vacío, es decir, el tiempo empleado para conectar con estas realidades.Asimismo, recuperamos el papel de figuras esenciales como Marcel Duchamp, John Cage, Anish Kapoor, Anna Ruiz Sospedra, Javier Velasco, Núria López Torres o Sussy Vargas. Se trata de investigar en torno a las posibilidades que adquieren lo no visible y lo inaudible como vías para traspasar las barreras que nos imponen la velocidad y el ruido irrelevante de esta sociedad consumista y obcecada en la que nos movemos.Cada capítulo nos permite indagar en conceptos que esbozan un nuevo paisaje creativo lleno de posibilidades: abstracción, ascetismo, calidez, complejidad, constancia, dominio, economía, emotividad, equilibrio, esquematismo, franqueza, habilidad, orden, originalidad, paciencia, pasión, pericia, rigor, sensibilidad, sensualidad, sencillez y tranquilidad.