LAS MUJERES QUE SE PORTAN BIEN NO HACEN HISTORIA

Laurel Thatcher Ulrich escribió en 1976 un artículo en el que aparecía la expresión “las mujeres que se portan bien no suelen hacer historia”. Esta en apariencia inocente frase se convirtió en un slogan de éxito, utilizado profusamente por acreditadas firmas de marketing: puede encontrarse en camisetas, tazas, adhesivos, parachoques, tarjetas de felicitación.... La primera sorprendida fue la propia autora.
Ulrich, con implacable autoridad, claridad e ímpetu literario y en tono feminista, directo y sin acritud, nos muestra cómo la historia la hacen las mujeres que realizaron lo inesperado, y a la vez invita al lector a reflexionar sobre la situación de las mujeres a lo largo de la historia. Para ello se apoya en La ciudad de las damas de Christine de Pisan, de principios del siglo XV; el relato memorístico Eighty Years and More de Elizabbeth Cady Stanton de 1898; y el ensayo Una habitación propia de Virginia Wolf publicado en 1929.
Las mujeres que `se portan bien´ no suelen hacer historia es un relato profundo a la vez que divertido, que sugiere que para cambiar el mundo no debes preocuparte demasiado por lo que piensen los demás (al fin y al cabo ”las chicas buenas” nunca se llevan el mérito). ¿Qué hubiese sido de la mítica Lady Godiva, Juana de Arco, la temible reina Njinga de Angola, Marie Curie, Rosa Parks (desafió las leyes segregacionistas contra los negros en el s. XX en EEUU), Harriet Tubman (que condujo a cientos de esclavos hacia la libertad), Harriet Beecher Stowe (autora del bestseller La cabaña del Tio Tom y que luchó contra la esclavitud en Europa y América ), Lidia Maria Child (sufragista) o Mary Wollstonecraft (la primera mujer que se atrevió a exigir los derechos civiles de la mujer) y tantas otras si no hubiesen desafiado el “portarse bien&