"Repollos y reyes es un título extraído del poema de Lewis Carroll «La morsa y el carpintero». (Ha llegado el momento dijo la Morsa de hablar de muchas cosas; de botas y botes y betún, y de repollos y reyes).
Se trata de una colección de relatos o retazos de unos personajes que viven en la república centroamericana de Anchuria, que no es otra que Honduras, donde el autor vivió seis meses entre 1896 y 1897. Aquí se encuentra por primera vez el término «república bananera», referido a un país centroamericano, expresión que se volvería muy popular para definir la política económica de los Estados Unidos en la zona y más concretamente de la United Fruit Company."
Ficha técnica
Traductor: Miguel Temprano García
Editorial: El Viento
ISBN: 9788494788000
Idioma: Castellano
Número de páginas: 228
Tiempo de lectura:
5h 23m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 21/09/2017
Año de edición: 2017
Plaza de edición: A Coruña
Colección:
Viento Abierto
Viento Abierto
Número: 52
Alto: 22.0 cm
Ancho: 14.0 cm
Grueso: 1.5 cm
Peso: 350.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por O HENRY
O. Henry es el seudónimo de William Sidney Porter, (Greensboro 1862- New York, 1910). Hijo de un médico y temprano huérfano de madre, fue un lector precoz, y un joven farmacéutico. Debido a problemas de salud, se trasladó a vivir a Austin (Texas) en 1884. Allí conoció a Athol Estes, enferma de tuberculosis, con la que se fugó para casarse. Cinco años después tendrían una hija, Margaret. En 1897 huyó a Honduras por un desfalco. Fue la época de Repollos y reyes. Al agravarse el estado de salud de su mujer, decidió regresar y entregarse. Athol moriría a los pocos meses, mientras él era condenado a cinco años de prisión. En la cárcel se convirtió en un escritor prolífico bajo el seudónimo de O. Henry, hasta que fue liberado en 1901 por buen comportamiento. En 1902 se trasladó a Nueva York, donde se dedicó por entero a la escritura. Se casó de nuevo, en 1907, con una amiga de la infancia, que lo abandonará dos años después a causa de su alcoholismo. Al año siguiente moría O. Henry de cirrosis.