El principal interés que ha llevado a escribir este libro es dar a conocer un punto de vista del estudio lingüístico basado en la relación entre disciplinas que han sufrido un divorcio histórico y que, con el paso del tiempo, han llegado incluso a constituir nuevas materias de estudio. La larga tradición de la gramática y de la retórica pasó a verse como una antigüedad intelectual cuando se crearon unas perspectivas de modernidad con el nacimiento de la lingüística propiamente dicha a principios del siglo XX, lo que trajo como consecuencia una paulatina preterición de los métodos filológicos en el estudio de las lenguas modernas.