Una tarda grisa i humida de febrer, com totes les de lhivern londinenc, la senyora Wilkins, que fullejava The Times, es va trobar un anunci discret: «Es lloga un castell italià moblat, només durant el mes dabril. Ideal per als que aprecien les glicines i el sol». Qui podria resistir-shi, a una cosa així? Per descomptat, no pas ella, que de seguida es va imaginar a la Riviera italiana, lluny de la boira i del seu marit!Però el lloguer no era pas poca cosa i per força havia de compartir despeses amb algú; així que va decidir embarcar en aquesta aventura tres conegudes seves: lasubmisa senyora Arbuthnot, la vídua Fishier i laristocràtica Lady Caroline. I aquesta experiència produirà canvis prodigiosos a les seves vides.La novel·la més divertida d''Elixabeth von Arnim (1866-1944), una de les escriptores britàniques més llegides del primer terç del segle XX, de qui ja vam publicar Vera en aquesta col·lecció.
Ficha técnica
Traductor: Dolors Udina
Editorial: Viena
ISBN: 9788483308837
Idioma: Catalán
Título original:
The Enchanted April
The Enchanted April
Número de páginas: 318
Tiempo de lectura:
7h 33m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 21/03/2016
Año de edición: 2016
Plaza de edición: Es
Colección:
El cercle de Viena
El cercle de Viena
Número: 54
Alto: 22.0 cm
Ancho: 15.0 cm
Peso: 486.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Elizabeth von Arnim
(Sydney, 1866 – Charleston, Estados Unidos, 1941). Nacida en Australia, se trasladó de muy joven al Reino Unido para completar sus estudios. Durante un viaje a Italia con Katherine Mansfield, prima y amiga suya, conoció al barón von Arnim, con quien se casó y fue a vivir a Pomerania. Allí escribió Elizabeth and her German Garden (1898), una novela autobiográfica que obtuvo un gran éxito. Tras la muerte de su marido, en 1910 se trasladó con sus cinco hijos a Suiza. Allí mantuvo una relación amorosa con H. G. Wells. Poco después se fue a vivir a Londres y se casó con John Francis Russell (hermano del filósofo Bertrand Russell), de quien no tardó en separarse. Parece que la experiencia de este catastrófico matrimonio le sirvió de inspiración para crear al protagonista masculino de Vera, que publicó de forma anónima en 1921. Después de la separación hizo una larga estancia en Castello Brown, en Portofino, que entonces era propiedad del cónsul británico y que probablemente es el castillo medieval que le inspiró esta historia. Fue una de las épocas más felices de su vida, y la sensación de libertad y de contacto con la naturaleza que alcanzó entonces es la que se respira en esta novela, en la que se exhorta a las mujeres a tomar decisiones por sí mismas, prescindiendo de la opinión de sus maridos.