Vulnerario es un libro nacido del malestar en el que su
autor despliega una reflexión acerca del hecho
artístico al chocar contra la realidad y sus límites,
desarrollando así una teoría de la acción y la parálisis
en la vida y en el arte. En este libro desvela, además,
un método de creación personal, a partir del
intercambio constante con los que llama contrastantes,
reflejo del contexto artístico en el que se mueve.
Vulnerario reúne anotaciones sobre la propia escritura, apuntes autobiográficos,
conversaciones y casos (tras los que esconde a los demás y a sí mismo), lecturas y
referencias (Ferlosio, Rousseau, Tsvietáieva, Barthes, Natalia Ginzburg, Foucault,
Oteiza, Hitchcock, Godard, Murnau, Pasolini), metodología de trabajo (esa red externa
de otredades que le permite sintetizar lo que piensa o desea), procesos técnicos de los
acontecimientos artísticos y textos críticos (y auto-críticos). Con el análisis del lenguaje
como herramienta, el autor explora los límites entre lo escrito, lo dicho y la imagen:
«Cuando consigues que se produzca algo que podemos llamar arte es porque se
convierte en lenguaje, aunque siempre como consecuencia de su fractura».
A modo de juego de muñecas rusas, este libro encierra varios libros en una sucesión de
reacciones y respuestas, y, aunque deja entrever el origen de un dolor, no le da un lugar
privilegiado, porque durante su escritura al artista-escritor le fue interesando más el
remedio que la dolencia. Al igual que en su práctica artística, Jon Mikel Euba asigna al
lector un papel activo, presentándole escenas o incidentes aparentemente ajenos e
intrascendentes que convierten lo cotidiano en un elemento de suspense y, sobre todo,
de análisis.