ALVARO D ORS

Encuadernación: Rústica semirrígida y cubierta gris. Edición de 1998. La Justicia universal, como virtud que es toda justicia, postula «dar a cada pueblo su suelo». Pero no se trata del dominio abso

(...)reto de un jurista que urge a la razón individual de cada lector para que éste verifique por sí mismo la falacia de las modas ideológicas en las que puede hallarse eventual e inconscientemente inmerso. El autor ha pretendido hacer un libro sensato, es decir, de sentido comun o buen juicio, que es una manera de sabiduria llana y comun; todo lo contrario de la sensacional originalidad que suele estragar al publico de nuestros dias. Aunque quizas ocurra hoy que lo sensato resulte ser excepcional y nuevo, es lo mas conforme al autentico estilo de un jurista, que, por su profesion, nunca busca destacar por su singularidad, sino por la conveniente edificacion critica del derecho fundado sobre una tradicion respetable. Como hay un arte de ser sencillo, hay tambien un arte de ser sensato, y a esa sagesse aspira precisamente el autor.

Encuadernado en rústica semirrígida y con cubierta gris. Edición de 1999. Aunque igual en extensión y estructura, y en el contenido tópico general, a la anterior «Introducción» del mismo autor, no e

Son los vencidos -y el autor así se confiesa- quienes son capaces de reflexionar sobre el suceder político, pero también de entender que toda correción política ha de entenderse siempre como transito

En este ensayo, Álvaro dOrs, romanista, maestro de juristas y autor prolífico, sostiene que la Humanidad es una comunidad universal regida por la ley natural, pero no consituye un pueblo con un derecho propio... Lo comun debe contemplarse como universal, en tanto lo popular es siempre parcial. No es bien comun lo que interesa exclusivamente a determinados grupos humanos, ni es universal el que un Estado, incluso un gran espacio, declara ser enemigo publico. No debe hablarse, pues, de bien comun propio de un Estado, como tampoco de enemigo o crimen contra la Humanidad.

Siete lecciones de derecho natural como límite del derecho positivo. Encuadernado en rústica semirrígida y con cubierta gris. 3ª edición (2001). El presente libro viene a ser el reto de un jurista que urge a la razon individual de cada lector para que este verifique por si mismo la falacia de las modas ideologicas en las que puede hallarse eventual e inconscientemente inmerso. El autor ha pretendido hacer un libro sensato, es decir, de sentido comun o buen juicio, que es una manera de sabiduria llana y comun; todo lo contrario de la sensacional originalidad que suele estragar al publico de nuestros dias. Aunque quizas ocurra hoy que lo sensato resulte ser excepcional y nuevo, es lo mas conforme al autentico estilo de un jurista, que, por su profesion, nunca busca destacar por su singularidad, sino por la conveniente edificacion critica del derecho fundado sobre una tradicion respetable. Como hay un arte de ser sencillo, hay tambien un arte de ser sensato, y a esa sagesse aspira precisamente el autor.