La batalla de Okinawa, de abril a septiembre de 1945, fue el último gran combate de la segunda guerra mundial, y uno de los más sangrientos. Participaban en ella mil quinientas embarcaciones norteamericanas, unos dos mil kamikazes japoneses y unas fuerzas de mas de seiscientos cincuenta mil combatientes de ambos bandos. Su resultado fue la final muerte de ciento quince mil soldados, marinos y aviadores, y la de unos ciento cincuenta mil civiles atrapados entre los dos fuegos, en circunstancias tan terribles que les empujaron a muchos al suicidio; fue precisamente el elevado coste en vidas humanas de esta batallo lo que decidio a Truman a lanzar las bombas atomicas sobre Japon. Bill Sloan ha escrito este libro, que Evan Thomas califica de "poderoso y conmovedor", a partir de las entrevistas realizadas a unos setenta supervivientes de los combates, que quedaron marcados para siempre por esta experiencia: "Habian ganado su ultima batalla –concluye– pero el derramamiento de sangre y las miserias sufridas por los vencedores teñirian sus recuerdos y perturbarian sus sueños por todo el tiempo de sus vidas."
Bill Sloan, que en Okinawa nos ha dejado un memorable relato de la última batalla de la Guerra del Pacífico, nos descubre ahora la primera. El 8 de diciembre de 1941, cinco horas después del bombardeo a Pearl Harbor, los aviones japoneses atacaron Wake, una remota y desierta isla del Pacifico de gran valor estrategico donde habia una pequeña guarnicion militar norteamericana y un gran numero de trabajadores civiles ocupados en la construccion de una base. Era el comienzo de dieciseis terribles dias de bombardeos y de combates cuerpo a cuerpo en que este pequeño grupo de resistentes consiguio repeler un primer intento de desembarco japones, para sucumbir mas tarde ante un enemigo muy superior en numero. Sloan ha reconstruido esta dramatica batalla a partir de sus entrevistas a unos cuarenta norteamericanos que sobrevivieron a los combates y al cautiverio y a dos japoneses que aportan una vision distinta de los hechos.