La formación y la cualificación profesional de los trabajadores es, en opinión ampliamente compartida, uno de los principales factores de competitividad en la economía del conocimiento. En un mundo cada vez más globalizado, en el que los intercambios de mercancías y de capitales son cada vez más frecuentes, el nivel educativo y la preparación profesional de la población constituyen un activo que todo país debe cuidar al máximo si quiere estar en condiciones de competir con garantías de éxito con otros países que por razones históricas, geográficas o de otro tipo tienen ventajas competitivas en otros ámbitos. La preocupación por el nivel y la calidad de la formación profesional de la población activa está muy presente en la Unión Europea, sobre todo en aquellas actuaciones más directamente vinculadas al mercado de trabajo, como sucede con la Estrategia Europea de Empleo. Las directrices u orientaciones para las políticas de empleo de los Estados miembros para el periodo 2008-2010 establecen como ejes prioritarios de actuación la mejora de la adaptabilidad de los trabajadores y de las empresas y el aumento de la inversión en capital humano mediante la mejora de la educación y las cualificaciones. Por lo que respecta a nuestro país, la firma de los Acuerdos de Formación Continua en diciembre de 1992 supuso el punto de partida de una política dirigida a fomentar la inversión en formación por parte de las empresas y a facilitar la actualización y el reciclaje profesional de los trabajadores que tiene como estación de llegada la aprobación del Real Decreto 395/2007, de 23 de marzo, por el que se regula el subsistema de formación profesional para el empleo, que unifica en un subsistema único las iniciativas de formación de la que se benefician los trabajadores ocupados y los planes y programas de formación dirigidos a los desempleados.
Desde hace varios miles de años la población humana vive asentada en el territorio y, desde una época mucho más reciente en la historia de la humanidad, está organizada políticamente en Estados. Sin embargo, el asentamiento de la poblacion en el espacio no ha impedido el desplazamiento de las personas de unos lugares a otros primero, y de unos Estados a otros despues. Las migraciones han sido una caracteristica constante e influyente de la historia de la humanidad. Los movimientos migratorios son procesos historicos que han cobrado una importancia creciente en el ultimo siglo y medio, habiendose intensificado a partir del final de la segunda guerra mundial. Estos desplazamientos pueden ser temporales o permanentes y pueden obedecer a causas diversas, siendo las economicas y las humanitarias las mas importantes. Las personas se desplazan por razones economicas en busca de medios para una subsistencia digna de los que carecen en sus zonas o paises de origen, o porque aspiran a mejorar su nivel de vida. Por razones humanitarias las personas abandonan sus paises de origen huyendo de la guerra y/o de la persecucion por motivos politicos, religiosos o etnicos, por citar los mas importantes. Puede afirmarse que el factor principal que explica el crecimiento de las presiones migratorias en estos ultimos años es la falta de oportunidades de vida y trabajo satisfactorias en ciertas zonas o regiones del planeta y las disparidades crecientes de nivel de vida entre el norte hiperdesarrollado y el sur subdesarrollado. Esta situacion se ha sintetizado como las 3Ds, esto es, las diferencias en los niveles de desarrollo, demografia y democracia, que impulsan a la gente a abandonar sus paises de origen y a buscar en otros mejores oportunidades de vida y de desarrollo personal.