Eladio Orta

Los ojos de los fornecos

Las retamas son el termómetro de la Isla, si intuyen que las intenciones de alguien son sospechosamente destructivas, le ponen la zancadilla al primer descuido. La Isla en el mapa es muy pequeña, pero cuando entras en ella las dimensiones se agrandan y los limites se vuelven invisibles. La Punta del Timon es la que la guia a traves de los laberintos de caños que forman la desembocadura del rio Anadiagua. En una casita blanca de adobe vive el tio Timone con su familia y es el encargado de la vigilancia del timon de la Isla. Su responsabilidad es tan importante que se enorgullece de no conocer los sintomas del sueño y por su protectora perseverancia, los habitantes de la Isla le ofrecen canastos de papas y sacos de harina. El, a cambio, endulza las visitas con el arte de contar cuentos.

a o es un pozo sin fondo / aparcar un poema en el tiempo / y esperar a que llegue la muerte / comiendo naranjas mandarinas no tiene ranuras por donde quebrantarla bandadas de pájaros mudos / se arrojan a la espiral interminable del nadismo con los ojos escondidos en vomitaduras de ceguera / animal de dos patas en fase de extinción / amenazado por el virus corrosivo del cemento / otro ritmo en el fondo del pozo / la poesía se convierte en mercancía en manos de mercaderes reflejada en el fondo del pozo sin hache

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Eladio Orta es una poeta periférico. Cuando le aplico este adjetivo no me refiero solo a su posición geográfica, ahí en su Isla Canela, sino especialmente respecto de los discursos y actitudes de las distintaas oficialidades poeticas que pelean por los escasos espacios y fondos publicos que se dedican a la poesia. Levaba mucho tiempo haciendo la guerra por su cuenta, y el humor, acido y afilado, es una de sus armas. Asi que resulta dificil que encuentren sus poemas y sus antipoemas en la variedad de antologias que cada tanto se publican.

Con su atenta observación de la naturaleza de las orillas, su antipoesía proclama la rebeldía de la vida más allá de los intereses del mercado. Insumisa y subversiva, la profundidad de su escritura camina a traves de la sabia ironia con la que enjuicia la sociedad y las relaciones humanas sin perder un apice de tension ni de asombro. De hecho, sus piezas, que basculan entre la vehemencia y la contencion, afirman la vitalidad de una naturaleza normalmente despreciada o desatendida, al mismo tiempo que se abren a una dimension simbolica que guarda una poderosa reflexion sobre el lenguaje. Su obra, en suma, revela una notable inquietud por descubrir las capacidades expresivas y representativas de una voz no complaciente.

ELADIO ORTA, nació en Isla Canela, Ayamonte (Huelva) en el año 1957, donde sigue residiendo actualmente y cursó estudios de Trabajo Social en Huelva. Como poeta, a pesar de recluir su actividad intencionadamente a un nucleo muy restringido y cercano, colocandose fuera de los circulos oficiales literarios, ha logrado ser uno de los poetas mas seguidos y leidos de la actualidad, por su autenticidad, por su mensaje consecuente y por la fuerza de su obra, en la cual combina perfectamente la defensa radical de sus principios con la belleza expositiva de la misma.Eladio, poeta de culto entre los amantes de la poesia, realiza tambien una importante e incansable actividad cultural, pacifista y ecologista, por la que tambien es conocido.

Eladio Orta (Isla Canela -Ayamonte-, 1957) aparece en escena totralmente tapado, en medio de Eladio Orta y de Amin Gaver. Eladio Orta respira apretujado, es el mediocre de de los homónimos. Mediocre por prescripcion poetica. Si juega al tute de tres, ni saborea el lumen del ganador ni se vanagloria del lumpen del perdedor, se encoge de hombros y deja pasar el tiempo en la antesala de la indiferencia.

Eladio Orta nació en Isla Canela (Ayamonte, Huelva). Es autor de los libros de poemas Resistencia estética (1999), Berenjenas pa los pavos (2003), Sincronía del solejero (2004) y Leche de camello (2006). Ha publicado varios libros de relatos y ha aparecido en diversas antologias poeticas, la ultima en Poemas para cruzar el desierto (Oviedo, 2004).

Martín la Torre soy yo, el que escribe y saborea el caldo ácido de las contradicciones abriéndoles las tripas con un lápiz de punta fina y condenándolas al polvo hermético del silencio.Martín la Torre soy yo, el que se ha propuesto sacarle las tripas a Eladio Orta y ponerlas a secar en el tendedero.Asumo que no voy a recibir halagos por ese amasijo de Libro.Mucho ego ambulante por metro cuadrado y mucho mejunje literario de superficie.Pero esto es lo que me esta saliendo e intentare aprender de las lagunas, que en esta epoca del año empiezan a llenarse de pajaros.