Durante años hemos oído hablar con frecuencia de una casa del futuro uqe lo haría todo por nosotros: la preparación de la comida, la subida y bajada de persianas, el encendido en los momentos convenientes de las luces o el cuidado de la casa. A este idilico lugar se le ha denominado de muy distintas formas: el hogar inteligente, la vivienda domotica, la casa conectada... En todas estas acepciones se percibia un componente tecnologico que, o bien sugeria un futuro mas o menos lejano o bien un presente inalcanzable por su precio.