El ictus representa en los países desarrollados uno de los condicionantes más importantes de ingreso hospitalario, de incapacidad permanente y de muerte. Aproximadamente un tercio de los pacientes que sufren un ictus fallecen a lo largo del primer año y mas del 50% sufren secuelas incapacitantes. En España, la dimension epidemiologica y repercusiones del ictus son alarmantes, ya que constituye la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en varones. La incidencia de esta patologia muy probablemente aumentara en los proximos años teniendo en cuenta el progresivo envejecimiento poblacional. Aunque en los ultimos años el tratamiento en fase aguda ha reducido considerablemente la mortalidad y la dependencia tras el infarto cerebral, la prevencion continua siendo una de las orientaciones terapeuticas fundamentales. Por ello, la identificacion de la poblacion con mayor riesgo, la puesta en marcha de medidas generales y especificas de prevencion primaria, deben ser complementadas con actitudes terapeuticas que prevengan las recurrencias en aquellos pacientes que ya han sufrido algun episodio de isquemia cerebral focal, y que representa la prevencion secundaria.