La poesía de Francisco Quintero encierra una visión total del mundo desde la fuerza primigenia, no exenta de turbulencias, del amor. El tiempo y el espacio se ordenan en sus poemas desde la tensión amorosa, en un dialogo entre los amantes que desborda los limites de la intimidad para convertirse en un proceso reflexivo y emocional sobre el hecho mismo de amar y su interrelacion basal con la verdad, dentro de un territorio amenazado por la codicia, el engaño, el rencor y el egoismo. Un proceso del que no pueden estar ausentes ni la vejez ni la muerte. Charadas nos introduce en el laberinto del amor a traves de una mirada muchas veces distanciadora que presta mayor verdad y libertad a la diseccion profunda y sin concesiones del sentimiento amoroso. Y lo hace con un lenguaje despojado, a veces seco, donde el brillo metaforico se sustituye por la precision y lo esencial, sin que jamas por ello se pierda latido ni misterio. Como en la verdadera poesia no basta una sola lectura para que nos habite el total sentido de este nuevo poemario de Francisco Quintero, poemario sin duda de plenitud.
La sonrisa de la víbora es un texto muy pegado a su tiempo, a este tiempo. Las protagonistas son mujeres, están cercadas por las prisas, las obsesiones, los logros, los éxitos y la tensión de la inmediatez que acecha esta realidad que nos ha tocado vivir.
Organizado como diccionario, no sólo pretende aclarar determinados significados de diversas imágenes que aparecen en nuestros sueños, sino que también permite al lector crear su propio diario de sueños. De esta forma, podra satisfacer sus inquietudes oniricas y enriquecerlas.