Hannah Arendt, pensadora política, necesariamente había de afrontar, situada esa ética, la cuestión estética. Esto en realidad se encontraba, comprobará inmediatamente el lector, en la raíz más fuerte de su caracter y ello habia de conducir a reflexiones subsiguientes sobre ese aspecto en las obras de Heidegger, Broch y Walter Benjamin. Todo ello queda reunido en este volumen, el problema del arte y su relacion viva respecto de tres de las mas sobresalientes personalidades del siglo XX. Dice Arendt que las obras de arte son las mas duraderas y, por ello, las mas mundanas de las cosas tangibles. La influencia que los procesos naturales de desgaste ejercen sobre todas las cosas apenas produce efectos en ellas, ya que no estan sometidas al uso humano que pudiera destruirlas en su singularidad, y tampoco desarrollan, como en el caso de los objetos de uso comun, su inherente proposito . Su permanencia es cualitativa.
Un día, después de mucho tiempo, vuelves a casa, abres un armario, tiras de un cajón y, de repente, se despierta ese olor dormido en tu cerebro y se produce una reacción en cadena. Primero es sólo una sensacion, despues una imagen, dos, tres, se suceden, empiezan a moverse, las sientes respirar y, al final, acabas subiendote a una silla para llegar a ese lugar sin luz, cavernoso, que es el fondo del armario. Esa trastienda de la realidad es el habitat natural de mi album de cuentos, que, desde el aqui y ahora y de manera inversa a como lo haria un fotografo, se adueña del recuerdo para convertirloen imagen.