Grzegorz Romanyszyn

Escondidos entre los viejos mangles, bajo sombras hechas por las ramas entrelazadas, un poco alejados de la civilización, alimentados por peces del estero, cangrejos del manglar y animales que podían capturar en la tierra salada y humeda de su contorno. Con el tiempo todo se sabia de todos, pero nadie lo hacia notar, ni tampoco teniendo dudas trataban de averiguar la vida ajena. Lo mas saludable era vivir aislado por su propia cuenta y preguntar menos, conservando una simbiosis para los casos de interes comun Las sombras en el manglar relata la vida protegida por los verdes telones de la naturaleza y el agua lodosa, salada, que sube y baja con el vaiven dictado por el mar. En ese ambiente, nace un amor que no se deja intimidar por su entorno lleno de costumbres, creencias, convicciones que solo puede comprender el que vive alli

Fátima y Crisóstomo, protagonistas de Las sombras en el manglar, nos siguen guiando a través de los rincones isleños y del agua profunda al mismo tiempo que nos introducen en detalles de su ambiente. En La isla nuestra de la Aurora, los seguiremos muy de cerca hasta que lleguen al final de su destino.La marea estaba completando su ciclo. Las aguas subieron silenciosamente y con suave susurro de las olas lavaron la orilla del varadero de la comarca.La espuma esparcida por la brisa manchaba con humedad las canoas, que se movian como hojas secas en la superficie del agua verde claro. Parecia como si la naturaleza dejara a Fatima y a Crisostomo en seguras manos del futuro