HADEWIJCH DE AMBERES, mística y poetisa del siglo XIII, prácticamente ignorada hasta los años 1908-1914, es un exponente de la alta y profunda espiritualidad que se vivió en Holanda, Bélgica y Flandes desde el siglo XII y hasta el estallido de la Reforma luterana en el XVI. El jesuita P. Van Mierlo, profesor en la Universidad de San Ignacio (Amberes), publico los manuscritos de Hadewijch, olvidados hasta principios del siglo XX. Fueron muy leidos en los s. XIII y XIV por Ruusbroec y Meister Eckhart, asi como por las piadosisimas beguinas. Ahora Loet Swart y Carmen Ros nos ofrecen lo mejor de Hadewijch: Cartas, Visiones, Canciones. Las cartas, sobre todo, son himno llameante de amor a Dios. Libro que no puede faltar en bibliotecas de espiritualidad -- BEATRIZ DE NAZARETH (1200-1268) fue, desde sus siete años, regalada con intensa vivencia de Dios. Hay que lamentar que la mayor parte de sus escritos vivenciales hayan desaparecido. A pesar de todo, ha llegado hasta nosotros este breve y delicioso tratado: Siete formas de amor. En su original:"Van seven manieren van Heiligher Minnen". Tenemos aqui el intento mas antiguo en lengua vulgar de describir experimentalmente la ascension del alma a la union con Dios. Lindo preludio de siete capitulos a las siete moradas del alma segun Santa Teresa.
Es conocida la estrecha relación existente entre el movimiento comunal, el desarrollo de las ciudades y la renovación de la espiritualidad que tiene lugar a finales de la Baja Edad Media. Mucho menos conocido, sin embargo, es el importante papel que en este proceso jugaron algunas mujeres. Los poemas que aqui se traducen por primera vez al castellano, se escribieron hace ya siete siglos y, sin embargo, su autora y el movimiento de beguinas en que se encuadra son nombres que nada dicen. Las beguinas, mujeres de diversas clases sociales, al mismo tiempo contemplativas y activas, que poseian una elevada cultura religiosa y literaria integrada en su vida y en su experiencia espiritual y que, fuera de los claustros, sin reglas ni votos, mostraban gran familiaridad con la Biblia, con la liturgia y con los clasicos, se inspiran para sus composiciones en la poesia del amor cortes, de la que toman sus expresiones, con un vocabulario en parte nuevo.Estos Poemas 45 poemas estroficos y 16 de rimas masculinas y femeninas alternas se asemejan a un unico y extenso poema con variaciones sin fin, a la manera de la poesia de la fin'amor trovadoresca, en los que canta a su Dama, transfiriendo con entera libertad el servicio del amor cortes a la Divinidad.
Las cuarenta y cinco canciones de Hadewijch publicadas en este libro deben situarse en la cima de la creación lírica medieval. Tratan acerca del amor, Minne, y lo hacen de un modo nuevo, porque el amor de Hadewijch es amor a Dios, pero expresado segun el estilo de los poetas del amor profano, trovadores y Minnesanger. Esta combinacion genera una profunda sensacion de extrañeza que embarga por la belleza de sus versos en los que dominan potentes imagenes destinadas a visualizar un sentimiento cuya vehemencia esta mas alla de toda mesura. Es la furia del amor.Nada sabemos de Hadewijch, salvo lo que puede deducirse de su obra compuesta, ademas de estas Canciones, por treinta y una cartas en prosa, catorce visiones y dieciseis poemas rimados, que la tradicion manuscrita nos transmite en su totalidad como una edicion cuidada por su misma autora, algo muy raro en la Edad Media. Hadewijch vivio en la primera mitad del siglo XIII en Brabante, una encrucijada linguistica como se pone de manifiesto en estas Canciones en vulgar, brabantino o neerlandes, en las que aparecen elementos romanicos y germanicos. Era una mujer religiosa fuera de la orden monastica, una beguina, y maestra de beguinas, segun se desprende del tono didactico de toda su produccion, que busca sobre todo ofrecer una orientacion espiritual. Su obra deja traslucir una elevada cultura por la presencia tanto de teologos latinos como Guillermo de Saint Thierry o Ricardo de Saint-Victor, como de la tradicion trovadoresca, lo que permite suponer que su depurada tecnica musical y poetica debio adquirirla en un castillo donde imperara un refinado ambiente cortesano.
Figura fundamental de la mística del siglo XIII, Hadewijch de Amberes, a pesar de su embergadura espiritual fuera de lo común ha sido poco conocida hasta épocas recientes. Sus Visiones presentan una inagotable fuente de imagenes y sentidos que transcriben su insolito itinerario mistico por el mundo imaginal.