Mas allá del discurso desarrollado por el imaginario de terceros, las empresas, independiente de su tamaño o condición publica o privada, se ven hoy expuestas en vitrinas donde la mercancía que exhiben tiene que ser tangible y convincente en los anaqueles del juicio colectivo. Por ello, mas alla de preocuparnos de los productos que fabrica la empresa, debemos hoy ocuparnos de la empresa que fabrica los productos. Las compañias deben redescubrir las virtudes de la transparencia y el comportamiento etico hacia el interior de la empresa y la nacion en la que operan como un atributo diferenciador de su cultura corporativa, dibujar una identidad alineada con su vision y gerenciar las percepciones en aquellas audiencias que le permiten sustentar la imagen que necesita para competir y cumplir su plan de negocios.