Jon Agee

Un joven e intrépido astronauta, absolutamente convencido de que hay vida en Marte, viaja en solitario al planeta rojo. Lleva consigo unas magdalenas de chocolate para regalárselas a quien encuentre.Pero ante el solo ve el cielo negro, rocas y polvo. ¿Estaba completamente equivocado? No se le habra pasado algo por alto, ¿verdad?Con un travieso sentido del humor y unas encantadoras ilustraciones inolvidables, Jon Agee nos anima a perseguir nuestros sueños, por imposibles o lejanos que parezcan, pero ¡sin dejar de prestar atencion a lo que nos rodea!

La protagonista de este libro va al refugio de animales Valle Alegre decidida a adoptar un perro. La atiende un hombre algo torpe y despistado que le ofrece toda clase de mascotas: una rana, un oso hormiguero, un bebe de babuino, un lagarto un poco sospechoso Pero la pequeña tiene clarisimo lo que quiere: ¿lo conseguira?El extraordinario Jon Agee nos ofrece una nueva historia presidida por un humor tiernamente absurdo y una sencillez solo aparente, ¡y con un final que lo pone todo patas arriba!

"Al centre d'aquest llibre hi ha un mur. A un costat, un petit cavaller amb la seva armadura. Esta absolutament convençut que el mur el protegeix dels perills que amaga l'altre costat: un tigre ferotge, un rinoceront immens i, sobretot, un temible ogre que se'l cruspiria en un tres i no res.El nostre jove protagonista no sembla adonar-se'n que per darrere s'acosta un cocodril que li dona un bon ensurt a un pobre anec, i tambe una onada que creix i creix i continua creixent...Amb aparent senzillesa i un enginy extraordinari, Jon Agee ens parla de com nes, dimportant, eixamplar horitzons, obrir-nos a nous mons (interiors i exteriors) que ens enriqueixen i son la nostra veritable fortalesa."

"En el centro de este libro hay un muro. Y, en uno de los lados, un joven caballero con su armadura. Está completamente convencido de que el muro lo protege de los peligros que acechan al otro lado: un feroz tigre, un enorme rinoceronte y, sobre todo, un temible ogro que se lo zamparia de un bocado. Nuestro caballerito no parece darse cuenta de que a su espalda se acerca un cocodrilo que le da un buen susto a un pobre pato, y tambien una ola que crece y crece y sigue creciendo...Con aparente sencillez y extraordinario ingenio, Jon Agee nos habla de la necesidad de ampliar nuestros horizontes, de abrirnos a nuevos mundos (interiores y exteriores) que nos enriquecen y son nuestra autentica fortaleza."