La producción de carne con vacas de cría ha incrementado significativamente su peso específico durante la última década. Curiosamente dicho incremento ha sido proporcionalmente mayor en los concejos localizados en las zonas bajas, con orografía más favorable que en las zonas de montaña, si bien en éstas, en general, también ha aumentado el número de vacas de cría. Esta transformación en la orientación productiva es fundamentalmente el resultado de la política de cese de la producción lechera, sustituyendo las cabezas de vacuno de leche por vacas de cría, aunque también de la modernización de las explotaciones de carne ya existentes y el estímulo que supuso la llegada de las primas para las nodrizas. Además, era conocido que los programas de la Política Agraria Comunitaria iban a incrementar considerablemente las ayudas a las vacas nodrizas. No obstante, si bien las subvenciones constituyen un apoyo importe a la rente de muchas explotaciones, la herramienta para defender la rentabilidad de la explotaciones debe ser la eficiencia productiva, es decir el manejo del sistema de producción y no la subvención. La política de la última década ha originado que en el sentir de muchos ganaderos la herramienta primordial sea la subvención y los conocimientos técnicos lo secundario, olvidándose del término «costes de producción», por lo que la solución de los males siempre se plantea en el mismo sentido, el incremento del precio del producto. Este camino, evidentemente, es erróneo; a la larga no conduce a otro final que el de la desaparición de la actividad agraria y de la sociedad rural.
La producción de carne tuvo, años atrás, el objetivo de abastecer a la sociedad europea de un alimento proteico de origen animal, basándose esta producción, en buena parte, en sistemas intensivos e incluso empleandose a veces estimulantes del crecimiento que resultan nocivos para la salud humana. Por contra, hoy dia buena parte de los productores, es especializados criadores de raza autoctonas, persiguen la consecucion de productos diferenciables por su calidad nutritiva y organoleptica e incluso buscando componentes beneficiosos para la salud humana. La calidad sanitaria debe cumplirse segun requisito legal. Las asociaciones de las diferentes razas, incluso productores de zonas geograficas han apostado por los planes de produccion de carne de calidad con la raza con la que trabajan, con el proposito de mejorar las condiciones de mercado y rentabilidad de su producto. Sin embargo, los criterios en los que se basa cada asociacion para diferenciar sus productos y calidades distintos.El objetivo del presente trabajo es analizar y discutir aspectos relacionados con los sistemas de produccion y calidad, biodiversidad y rentabilidad.