La melancolía y su relación con la creatividadhan ocupado a los europeos desde tiempos muyremotos. Baste recordar el problema XXX atribuidoa Aristóteles (El hombre de genio y la melancolía,Acantilado, 2007) para advertir lapreocupacionque todo ello ha generado desdeepocas muy primeras en el hombre occidental.El lector se encontrara en este ensayo conBaudelaire, Nerval, Cioran, Burton, Kierkegaardy Pessoa, entre otros, en un proceso deindagacion que oscila entre lo filosofico, lo medico,lo poetico y lo cientifico, y que consigueestablecer un dialogo fluido entre Borges y Burton,entre este y Nerval, que a su vez debate conAristoteles en un texto que, mas que un ensayoal uso sobre la complejidad de las emociones,es un complejo friso sobre un tema presenteen nuestras vidas a lo largo de los siglos.
«Sí, la historia es real, muy real. Hubo una guerra, Polonia fue ocupada por las tropas alemanas en septiembre de 1939 y los nazis tomaron el poder durante seis años, hasta el invierno de 1945; también, durante la ocupación, hubo trabajo, amores, tráfico, redadas y trenes que llevaban a los polacos a trabajar como esclavos al Reich. … También existió el hospital de Tworki, que aún hoy sigue abierto, y aún hoy decimos "éste está para Tworki" … Sí, la historia es real, demasiado real. También existió un cielo azul, otras veces lluvioso, como existió la carta de S.; una carta escrita a lápiz … A veces me preguntan si toda esta historia fue real. Sí, respondo, la historia es real, hubo una guerra, millones de personas perecieron, otras sobrevivieron». Así describe Bienczyk el origen de esta historia, que nos habla de la sensibilidad hacia la experiencia del dolor humano, de la pérdida, de la vida que aspira a una plenitud que constantemente se nos escapa.