Inédita hasta ahora en castellano, la prosa versátil y transgresora de Shimada (1961) recurre al escarnio, al extremismo y a paradójicos razonamientos para burlarse de los sueños comunes. Considerado por la critica como un individualista anarquico, es tambien un viajero empedernido, autor de varias novelas y director de obras teatrales.