Montserrat Galcerán Huguet nació en Barcelona en 1946. Es licenciada en Filología clásica y Filosofía por la Universidad de Barcelona, y Doctora en Filosofía por la UCM. Cuenta también con estudios en Heidelberg y París. Desde finales de los sesenta participó activamente en la lucha antifranquista. En la actualidad es catedrática de filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, ciudad donde reside. Ha publicado diferentes obras, entre las que destacan La invención del marxismo (1997) e Innovación tecnológica y sociedad de masas (1997) y es coautora de un libro de filosofía para estudiantes de bachillerato. También ha escrito diversas contribuciones para repertorios internacionales sobre filosofía contemporánea, marxismo y feminismo, así como algunos guiones para documentales de filosofía. En los últimos años ha intervenido en los nuevos movimientos sociales.
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Quizás pocos términos estén tan manidos y hayan sido tan usados como el de libertad. Sin aparentes dobles sentidos, fruto de un consenso que no necesita demostración, las sociedades modernas gritan por todas las esquinas que definitivamente y sin duda "somos libres". Pero ¿qué quiere decir aquí "ser libres"? Para responder a esta pregunta este libro desarrolla una larga pesquisa filosófica y política acerca del concepto de libertad desde el pensamiento ilustrado. Y precisamente contra su naturalización, la autora pone en tela de juicio sus presuntos apoyos indiscutibles: el individuo y el Estado. A partir, entonces, de la crítica de Marx, de la negación en Spinoza del libre albedrío, del cuestionamiento feminista y de la rica máquina conceptual de Deleuze y Guattari, repropone una concepción de la subjetividad, en la que lo "común", y lo "común" en la acción política, se vuelven la auténtica clave de la libertad. En este marco, la liberad se traduce en deseo: en deseo de la potencia del vivir, en deseo de alianza con los otros, en deseo de construir las condiciones de liberación colectiva. Lejos del individualismo solipsista de la libertad liberal que sólo puede pensar lo colectivo como pacto, esta lectura nos permite entender una nueva constitución subjetiva que aprovecha y refuerza esa energía activa del vivir que, como demuestra Galcerán, no puede darse más que en ese espacio siempre por construir que llamamos lo "común".
El libro parte de la relación entre filosofía y política en la obra de Heidegger, relación que tiene su momento culminante en la adscripción del filósofo al nacionalsocialismo en 1933. En contra de algunas tesis comúnmente aceptadas, según las cuales el pensar de Heidegger poco o nada tendría que ver con sus posiciones políticas, la autora parte de un presupuesto contrario: si ya es difícil para cualquier pensador mantener una ruptura ente sus posiciones teóricas y las políticas, en un autor como Heidegger que hace del “existir fáctico” el motivo de su pensar, eso es imposible. No se trata sin embargo de juzgarle, ni al hombre ni a la obra. Dado que el decenio de los 30 es uno de los más difíciles y a la vez de los más productivos, el libro trata de desbrozar un recorrido semi-oculto que nos lleva desde las posiciones cercanas a la dogmática católica de los primeros años, hasta el pensar de la poesía como lenguaje próximo al filosofar en los textos del final del decenio. El estudio abarca las obras escritas y las Lecciones pronunciadas durante los años 30, desde finales de los 20 hasta principios de los 40; es testigo de los entusiasmos y las crisis y muestra cómo los nuevos motivos se superponen a los antiguos de tal modo que, al igual que un inmenso collage, tachan, restauran y recubren las viejas posiciones. Curan las heridas y en suma, invitan al silencio y al olvido.
Este libro recoge las ponencias presentadas por los filósofos e investigadores que fueron invitados al Seminario Internacional Complutense Spinoza contemporáneo: ética, política y presente (Eugenio Fernández, in memoriam), que se desarrolló en la Universidad Complutense de Madrid durante el mes de noviembre de 2007. Aunque el Congreso se organizó en homenaje al profesor Eugenio Fernández, sus pretensiones no se limitaron a un debate arqueológico ni hagiográfico. El propio título del Congreso, Spinoza contemporáneo, indicaba claramente que éste quería medirse con la contemporaneidad de Spinoza, con lo que este pensador, sus intérpretes y estudiosos pudieran aportar a las coordenadas teóricas y críticas de nuestra época, permitiéndonos así comprender mejor nuestra situación común y posibilidades políticas en el presente. Se partía de la certeza de que su pensamiento se ha hecho imprescindible actualmente para abordar de un modo alternativo y productivo tanto la filosofía en sentido estricto como la teoría política. Esperamos que este libro se sume a los trabajos aparecidos en los últimos años tanto en Europa como en diversos países de América, resultado del interés redoblado por un pensador que, a una distancia de más de trescientos años, se sitúa frente al poder de las autoridades religiosas y políticas con una dureza inaudita, abriendo camino a un pensar de la constitución de la subjetividad política extraordinariamente interesante y útil para salir de los dilemas clásicos de la "consciencia". Confiamos en que los estudios de este volumen den cumplida razón de esta expectativa.