En esta obra, Ponce estudia a los clásicos de la narrativa latinoamericana contemporánea (Fuentes, Cortázar, Carpentier, Castellanos, Onetti, etc.), a escritores representativos de la diáspora (Siscar, Diez, Soriano), a narradores de la novela negra (Taibo II, Fonseca) o a poetas como Juan Gelman, a quien dedica tres ensayos. Su mirada es siempre aguda, curiosa e interroga de manera innovadora a los textos, sin subordinarlos a una vision teorica que, por otro lado, maneja a la perfeccion esquematica. Por esto, es una invitacion sorprendente y trascendente a la reflexion y a la lectura.
La obra de Néstor Ponce (Argentina, 1955) se destaca por un auténtico compromiso con el lenguaje, que le hace recorrer diversos registros (oral, prensa, culinario, político, etc.) y le permite visitar espacios geograficos (Argentina, Mexico, Canarias, Francia, Paraguay, Uruguay) y epocas diversos (desde los años 1870 hasta mediados del siglo XXI). Asi, escribe poemas de amor con el lenguaje deportivo, inventa jergas de adolescentes en crisis con sus familias en los años 2030, recrea dialogos de jovenes marginales de las afueras de Buenos Aires o de traficantes de drogas de algun cartel de Veracruz, o aun relatos de indigenas ranqueles en epocas de la conquista del desierto, en las ultimas decadas del siglo XIX. Una vasta galeria de personajes recorre sus paginas, atravesadas por historias de amor, policiales, fantasticas, de terror, futuristas. La literatura de Nestor Ponce es un desafio que interroga los limites de las palabras, de la memoria, de la imaginacion.