Pável Filátiev

Mon Dieu, si je survis, je ferai tout pour changer ça". C'est sous le feu nourri de l'artillerie ukrainienne que Pavel Filatiev s'est fait cette promesse. Membre du 56e régiment d'assaut aéroporté russe, il participe des le 24 fevrier 2022 a la guerre declenchee par le Kremlin. Blesse a l'oeil, il est evacue et demande a demissionner pour raisons de sante. Demission refusee. Il decide alors de fuir la Russie.Mais pas avant d'avoir temoigne, en publiant un long manifeste sur le reseau social VKontakte : ZOV, "l'appel" , en reference aux trois lettres peintes sur les blindes qui ont envahi l'Ukraine. Refugie en France, Pavel Filatiev se bat aujourd'hui avec courage pour faire connaitre la verite. L'impreparation des troupes russes, le desespoir des combattants transformes en chair a canon, la gabegie, les primes jamais versees, les morts : derriere la propagande, la realite est accablante, et son recit, implacable, en temoigne.L'integralite des droits d'auteurs seront reverses a des ONG venant en aide aux victimes de la guerre en Ukraine

''Yo combatí en Ucrania. No puedo hacer que nuestro Ejército se retire a casa, pero puedo contar mi experiencia''. Febrero de 2022. Pável Filátiev tiene treinta y tres años. Es ruso. Está contratado en las fuerzas de asalto del Ejercito. Un dia reciben la orden de partir. No saben adonde van ni cual es su mision. Entre rumores e indicios, a medida que marchan formando una columna de vehiculos armados, marcados con una ''Z'', la realidad va revelando, dia a dia, la verdad de su mision: ellos, el Ejercito de Rusia, estan cruzando la frontera con Ucrania y avanzan hacia Jerson. Dos historias convergen en este acto de confesion y de rebeldia, en esta cronica belica y sentimental: la primera es la de un soldado que se va adentrando en la primera linea del frente (al desconcierto y la falta de informacion, se suma la precariedad de las condiciones en las que se encuentran), y la segunda transcurre a su regreso, dos meses despues, cuando se topa con otro frente: el de una sociedad civil en la que la palabra guerra no existe y la television emite propaganda y falsedades, mientras la vida sigue y nadie parece hacer frente a la corrupcion y al poder. Este crudo y tragico relato en primera persona -la primera y hasta ahora unica cronica directa de la invasion escrita por un soldado ruso, y por lo tanto, la unica que describe las condiciones del Ejercito ruso y lo que este hizo durante las primeras semanas de la guerra- posee el valor del testimonio inmediato, aun candente, de un conflicto que continua.''Yo combatí en Ucrania. No puedo hacer que nuestro Ejército se retire a casa, pero puedo contar mi experiencia''. Febrero de 2022. Pável Filátiev tiene treinta y tres años. Es ruso. Está contratado en las fuerzas de asalto del Ejercito. Un dia reciben la orden de partir. No saben adonde van ni cual es su mision. Entre rumores e indicios, a medida que marchan formando una columna de vehiculos armados, marcados con una ''Z'', la realidad va revelando, dia a dia, la verdad de su mision: ellos, el Ejercito de Rusia, estan cruzando la frontera con Ucrania y avanzan hacia Jerson. Dos historias convergen en este acto de confesion y de rebeldia, en esta cronica belica y sentimental: la primera es la de un soldado que se va adentrando en la primera linea del frente (al desconcierto y la falta de informacion, se suma la precariedad de las condiciones en las que se encuentran), y la segunda transcurre a su regreso, dos meses despues, cuando se topa con otro frente: el de una sociedad civil en la que la palabra guerra no existe y la television emite propaganda y falsedades, mientras la vida sigue y nadie parece hacer frente a la corrupcion y al poder. Este crudo y tragico relato en primera persona -la primera y hasta ahora unica cronica directa de la invasion escrita por un soldado ruso, y por lo tanto, la unica que describe las condiciones del Ejercito ruso y lo que este hizo durante las primeras semanas de la guerra- posee el valor del testimonio inmediato, aun candente, de un conflicto que continua.

Yo combatí en Ucrania. No puedo hacer que nuestro Ejército se retire a casa, pero puedo contar mi experiencia. Febrero de 2022. Pável Filátiev tiene treinta y tres años. Es ruso. Está contratado en las fuerzas de asalto del Ejercito. Un dia reciben la orden de partir. No saben adonde van ni cual es su mision. Entre rumores e indicios, a medida que marchan formando una columna de vehiculos armados, marcados con una "Z", la realidad va revelando, dia a dia, la verdad de su mision: ellos, el Ejercito de Rusia, estan cruzando la frontera con Ucrania y avanzan hacia Jerson. Dos historias convergen en este acto de confesion y de rebeldia, en esta cronica belica y sentimental: la primera es la de un soldado que se va adentrando en la primera linea del frente (al desconcierto y la falta de informacion, se suma la precariedad de las condiciones en las que se encuentran), y la segunda transcurre a su regreso, dos meses despues, cuando se topa con otro frente: el de una sociedad civil en la que la palabra guerra no existe y la television emite propaganda y falsedades, mientras la vida sigue y nadie parece hacer frente a la corrupcion y al poder. Este crudo y tragico relato en primera persona -la primera y hasta ahora unica cronica directa de la invasion escrita por un soldado ruso, y por lo tanto, la unica que describe las condiciones del Ejercito ruso y lo que este hizo durante las primeras semanas de la guerra- posee el valor del testimonio inmediato, aun candente, de un conflicto que continua.