Si un niño no tiene apetito, vomita y llora sin causa aparente, puede que tenga mal de ojo; le recomiendo que busque a la tía Liduvina. Ella podrá remediarlo. Si no la encuentra, acuda a otro curandero. Algunos curan con saliva, otros canalizan espiritus de otro mundo; los hay que eliminan el empacho con un pañuelo. No se preocupe, cualquiera podra ayudarle. Tampoco es extraño que conozca a una anciana que nunca acude a los entierros por temor a que la posean los muertos y a un hombre que durante su trabajo se topa con un fantasma o a una mujer que no duerme porque tiene el don de la prediccion en sueños. O a un joven que descubre que es hermano de leche de una culebra. Todo esto roza el misterio, pero a veces lo insolito tambien surge en nuestra mente cuando nos poseen sentimientos, ideas y adicciones, como la ilusion, el extasis, el amor, el juego, el sexo o la melancolia.
La búsqueda de una motivación vital y el deseo de reencontrarse lleva a una pareja a viajar al desierto de Atacama. En su vertiginoso itinerario se interesan por las momias, por los geoglifos, observan y saborean paisajes maravillosos, iran a fiestas aymara y participaran en sus rituales con la Pachamama. Todo esto resultara un infructuoso camino para encontrar un nuevo aliciente para ella, por parte de su pareja que pretende hacerla feliz. En medio de todo eso, cada vez que se detienen escucharan la musica del vacio flotando a su alrededor en todas sus manifestaciones, para recordarles que, en realidad, esa musica esta tanto fuera como dentro de nosotros y que, por mucho que huyamos, aflora una y otra vez. En cierto sentido, ese vacio manifiesta la extra ...
Si un niño no tiene apetito, vomita y llora sin causa aparente, puede que tenga mal de ojo; le recomiendo que busque a la tía Liduvina. Ella podrá remediarlo. Si no la encuentra, acuda a otro curandero. Algunos curan con saliva, otros canalizan espiritus de otro mundo; los hay que eliminan el empacho con un pañuelo. No se preocupe, cualquiera podra ayudarle.Tampoco es extraño que conozca a una anciana que nunca acude a los entierros por temor a que la posean los muertos y a un hombre que durante su trabajo se topa con un fantasma o a una mujer que no duerme porque tiene el don de la prediccion en sueños. O a un joven que descubre que es hermano de leche de una culebra.Todo esto roza el misterio, pero a veces lo insolito tambien surge en nuestra mente cuando nos poseen sentimientos, ideas y adicciones, como la ilusion, el extasis, el amor, el juego, el sexo o la melancolia.