Muchas enfermedades del aparato locomotor tienen un origen mecánico o bien la mecánica ayuda a comprender el origen de la alteración anatómica; por ello se intenta interpretar por qué se produce o por qué un tratamiento es efectivo o no en patología del aparato locomotor. Sin embargo, la biomecánica tiene sus límites bien definidos y no puede competir con otras disciplinas, como la genética, ya que siguen líneas de pensamiento distintas. La ¿genética¿ aclarará bastantes ¿porqués¿ de las enfermedades con que estamos en contacto, pero con la interpretación mecanicista de las patologías y sus tratamientos se podrá trabajar de una forma más científica. La biomecánica basa sus principios en conceptos físicos especificados en una de sus ramas: la mecánica (aplicada a la biología). En todo análisis biomecánico se deben aplicar los principios y las leyes de la mecánica clásica, que servirán de base para explicar los fenómenos que hacen que el movimiento humano sea un complejo sistema de mecanismos integrados. En la patología del aparato locomotor debe haber una transición y un solapamiento entre las bases biológicas, la biomecánica y sus tratamientos. En la biomecánica del aparato locomotor deben estar integrados e implicados los médicos básicos y clínicos, los técnicos de educación física, los ingenieros (mecánicos, electrónicos, informáticos) y los terapeutas (cirujanos ortopédicos, rehabilitadores, fisioterapeutas, personal de enfermería). To
Esta nueva edición incorpora pequeños detalles y aumenta su contenido gracias a múltiples aportaciones de sus lectores. También es importante destacar la colaboración del Dr. Tomás Sempere, con la aportación de imágenes tridimensionales con TC helicoidal, y la de la Dra. Lidón Millá, quien ha añadido imágenes de RM para mejorar los contenidos didácticos. Ello, unido a las ilustraciones de Ramón Ferran, configura un valioso trabajo iconográfico. Continúa siendo un documento de trabajo, una síntesis práctica de los conocimientos actuales en biomecánica y ergonomía, para que el alumno, principal lector de esta obra, llegue a interpretar la clínica y los tratamientos desde la biomecánica. La mitad o más de las patologías del aparato locomotor tienen fundamentos mecánicos y la repercusión diaria es mucho mayor. Quizás, el 90% de los casos que se contemplan deben hacerse con una óptica mecanicista. De la misma manera, la mayoría de los tratamientos se basan en conceptos biomecánicos y no respetarlos lleva al fracaso. Tal y como asegura el autor, con el tiempo y la observación se modifican, y no debe sorprendernos comprobar que los tratamientos que se acreditan son los que respetan estas reglas.