Cuando en 1978, siguen filmándose y proyectándose con gran éxito de público, películas sobre seres terroríficos como Drácula, es que algo indeterminado, pero, en cualquier caso, sombrío, se cierne sobre nosotros. Es una señalhoy podemos saberlo ya, algo asi como un sueño premonitorio. O acaso estemos ya viviendo, sin tener completa conciencia de ello, este mal sueño y seamos nosotros mismos los que proyectamos en la pantalla esos fantasmas aterradores, en un intento engañoso de devolvernos a lo que, en su inicio, fueron: simple ficcion. ¿No es, como dice Verdone, el sueño el film interno del hombre? O, como afirma Buñuel, ¿no es el film una simulacion involuntaria del sueño? Es precisamente esta analogia entre sueño onirico y comunicacion cinematografica la que Roman Gubern se propone analizar, en terminos teoricos generales, en la primera parte de este libro. Joan Prat, en la segunda parte, procura en cambio adentrarse en el estudio de la mitologia y de la naturaleza misma de nuestros incubos mas queridos: Dracula, el Hombre-Lobo, Frankenstein, la Momia y las Mujeres Rebeldes (bacantes, brujas y vampiras). Con la misma curiosidad del antropologo que procura descifrar, no solo el origen de cada objeto, y su historia, sino todos los signos en el inscritos, susceptibles de informar acerca de una sociedad y de una cultura, los autores nos ayudan a remontar en nosotros mismos hasta esas Raices del miedo, ese miedo indescriptible al que tememos pero al que inevitablemente invocamos con indudable fruicion.
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