Cuando nace un elefantito, todos los miembros de la manada se encargan primero de proteger a la mamá elefanta y a su cría, y más tarde de enseñar al pequeño todo aquello que va a necesitar para ser independiente. El elefantito debe aprender a utilizar su trompa y sus colmillos para alimentarse y protegerse de los posibles peligros. Sólo cuando sea mayor, podrá separarse temporalmente de su familia, pero ésta siempre será importante para él.
Las Cigüeñas son aves migratorias, que hacen largos viajes para pasar el invierno en zonas más cálidas. La mayoría de ellas repite cada año el mismo ciclo, y siempre en el mismo lugar construyen un nido, ponen los huevos y los incuban. Cuando nacen los cigoñinos, sus papás los alimentan y los protegen hasta que aprenden a volar y a cuidarse solos. Entonces, ya están preparados para viajar y formar una nueva familia.
Los delfines pasan toda la vida en el agua, pero son mamíferos y necesitan salir a la superficie para respirar. Por eso, se les puede ver saltando y jugando con las olas. Cuando nace un pequeño delfín, su mamá y el delfín niñera lo acompañan al exterior para que tome oxígeno. Aunque crezca y se emancipe, la relación con su familia siempre será muy estrecha porque los delfines saben que los individuos que colaboran obtienen más comida y mejores recompensas.
Los Gorilas viven en el corazón de África, algunos en las llanuras y otros en las montañas, pero todos comparten una serie de características en común. Viven en familias, protegidos por un cabeza de familia, el espalda plateada, que los guía por las selvas y bosques y los defiende de posibles enemigos. Cuando nace un bebé de gorila, su mamá no se separa de él hasta que el pequeño aprende a cuidarse y alimentarse solo. Sólo al cabo de unos cuantos años, el gorila es capaz de pensar en formar su propia familia.