La fachada de Sumire empieza a resquebrajarse: su novio está en Hong Kong, y ella empieza a reconocer no solo que le añora, sino que no es tan malo mostrar sus sentimientos. Pero las relaciones a distancia son muy complicadas, y no olvidemos que Sumire vive con el adorable (y sexy) Momo
La última visita de Sumire a Hong Kong no es como esperaba, y pese a que intenta ponerle al mal tiempo buena cara, cada vez tiene más dudas sobre su futuro con Hasumi. Pero sin querer descubre algo sobre su prometido que le hace replantearse por completo su relacion.
Sumire lo tiene todo: ha estudiado en las mejores universidades, es una periodista de éxito, es muy atractiva… pero no tiene suerte con los hombres. Un día encuentra a un jovencito viviendo en la cal
Sumire ha accedido a casarse con Hasumi, a dejar su trabajo y a empezar una nueva vida a su lado. ¿Pero cómo podrá funcionar su relación, si está basada en mentiras? Ella vive con su mascota Momo, y el con Fukushima, y ni uno ni otro con capaces de aceptar sus sentimientos. ¡Se masca la tragedia!
¿HASTA CUÁNDO PODRÁN SEGUIR SUMIRE Y HASUMI OCULTANDO A SUS MASCOTAS?
Sumire tiene como mascota a Momo, un joven y atractivo bailarín, mientras que su prometido, que vive en Hong Kong, tiene como mas
Por impulso, Sumire ha adoptado a una mascota. Pero no es un perro, ni un gato, ni siquiera un hámster: se trata de un atractivo adolescente que vivía en la calle y que le recordaba a su antiguo perro. Pero a pesar de lo cómoda que está con Momo, teme que los demás no la entiendan…
Sumire ha encontrado en Hasumi a su hombre ideal, pero a pesar de que todo parece ir bien, se siente incómoda. Quizá porque él cree que Momo es un perro, en vez de un atractivo joven que recogió de
La vida de Sumire parece estar encauzada, va ascendiendo profesionalmente, tiene un novio estupendo que cumple todas sus exigencias pero sigue necesitando a su mascota para mantener el equilibrio. ¿Pero que pasara si descubren que Momo, en realidad, no es un animal sino un joven muy atractivo?
El novio de Sumire se ha ido a trabajar a Hong Kong, y ella le echa terriblemente de menos. Pero a pesar de que se duerme llorando, es incapaz de llamarle y contarle cómo se siente. Y mientras tanto,
Si la historia ya era complicada, ahora se enreda aún más con la entrada en escena de la "mascota" de Hasumi, que sin saberse muy bien cómo se instala en su casa. ¿Qué pensará Sumire? Y más ahora que su corazón late más deprisa cada vez que piensa en Momo…
Hasumi descubre una faceta más real de Sumire durante su estancia en Hong Kong, cuando ella se enfada al conocer a su espectacular exnovia. Pero esta nueva intimidad no durará mucho, porque pronto tendrán que separarse y eso le dejará el campo libre a Fukushima, que está dispuesta a todo para que Hasumi se fi je en ella.
Las dudas siguen acosando a Sumire, que mantiene una relación con Hasumi, en apariencia el novio perfecto, mientras vive con Momo, un atractivo joven que cumple las funciones de mascota relajante. Sumire sabe que es irregular, que puede destruir sus posibilidades de futuro con Hasumi, pero aun así… ¡¡no puede evitarlo!! ¡¿Cómo saldrá de este embrollo?!
