📱 eBook SEGÚN NOS ESCRIBE EL TIEMPO

Ramiro Casina es hedonista, artista y un aventurero arreglamundos. Nace al final de la posguerra española y ansía conocerse a sí mismo. Su mundo no cesa de cambiar, aconteciendo la lucha contra la dictadura, el pasotismo, la sicodelia, el inesperado sida (que ensombrece la libertad sexual), la moda del ecologismo y de las oenegés. A través del relato se va revelando la peculiaridad de su generación y el funcionamiento, a un tiempo evidente y tercamente enmascarado, de la sociedad. Ramiro asume con cierta candidez las ideologías que le llegan y descubre, a base de aciertos y decepciones, que ni él mismo, ni su orientación sexual heterodoxa e insospechada, ni el mundo, funcionan como suponía. Tras conocer y disfrutar el París posterior a la revolución de mayo del 68, se identifica y reconoce en sus raíces asturianas, y se ve arrastrado por la ola revolucionaria que lucha contra Franco. Pronto le arrebata el jipismo, soportando así primero la represión política y posteriormente el golpe que la heroína y otras drogas infringieron a su generación. Encuentra su lugar y equilibrio como médico rural, y ejerce contra corriente de modo humanitario y social, hasta que la crisis del mundo rural y la supeditación de la medicina a la sociedad de consumo le llevan a abandonar su profesión. Sus experiencias amorosas tienen luces y sombras, su erotismo evoluciona y se libera, tratando de disfrutar al máximo con cierta corrección entre la jungla del ambiente gay. Aunque había descubierto las trampas de la política durante la transición española, se implica plenamente en proyectos de oenegés en Nicaragua, quedando un tanto decepcionado, pero eso sí, siempre aprende acerca de cómo funciona la sociedad y sí mismo. Finalmente busca su sitio en Marruecos, seducido por la belleza del país y la hospitalidad de sus gentes, donde se dedica a la literatura impulsado por un afán artístico y, una vez más, por cambiar el mundo. El relato trata de desvelar cómo se construye el ser humano, producto de una época y de una sociedad que le transforma, precisamente cuando se asientan las bases y claves de «la crisis», que en los capítulos finales ya se revela evidente. Según nos escribe el tiempo, no exenta de cierto humor e ironía, es una obra costumbrista y vivencial que trasciende a sus personajes, elementos de las estructuras sociales y biológicas con las que interaccionan. El relato se va desgranado entre imágenes y sensaciones, buceando en el interior de sentimientos inesperados, mientras describe sin nostalgia, con visión literaria, el mundo fugaz de una época y de la generación española nacida a mediados del siglo pasado. Escrito en un tono íntimo y sincero, desde el corazón, habla del amor, de la atracción y la sexualidad, de la amistad, la familia, de las relaciones entre personas.