ATLAS CLASIFICATORIO DE LA FLORA DE ESPAÑA PENINSULAR Y BALEAR (V OL. II) (3ª ED.)

En este segundo y último volumen se ha seguido el mismo plan que en el primero, es decir, se han incluido miles de ilustraciones acompañando a una clave propia, sencilla y dicotómica, que facilita la clasificación. Los caracteres utilizados en la clave, como ocurría en el volumen anterior, a menudo no son aquellos que más llaman la atención al estudiar cada planta. Si las características más diferenciadoras entre dos especies son muy visibles en las fotografías o se muestran en los dibujos correspondientes, entonces se ha preferido emplear en las claves otros detalles menos importantes, aun a costa de ser menos constantes. En estos casos, aunque sean menos determinantes o más variables, con una aportación adicional a los que se deducen de las ilustraciones y del resto de la clave. En el caso de ciertas familias como gramíneas, juncáceas o ciperáceas, con flores sin pétalo o poco visible, se han incluido pocas fotografías, dando preferencia a los dibujos que permiten resaltar detalles necesarios para la identificación. Últimamente algunas familias (muy pocas en realidad) han sido desglosadas en otras por algunos autores, han cambiado su nombre o se han incluido en otras e igual ha ocurrido con algunos géneros, pero si tales cambios suponen mayores dificultades didácticas o entorpecimientos clasificatorios para el principiante, he preferido mantener la estructura clásica o anteriormente admitida. No obstante, para que no se pierda información, siempre se ha procurado en esos casos indicar en un paréntesis las nuevas denominaciones o inclusiones. Utilizo las palabras (o terminaciones) españolas para contribuir a que no se pierdan los nombres clásicos de las familias, que muchos botánicos actuales están sustituyendo en sus publicaciones por el nombre latino en exclusiva. Es como si no existiese el nombre vulgar o pareciesen más sabios por decir, por ejemplo, Pomácea en vez de gramíneas. Hemos añadido un pequeño apéndice con algunos árboles y arbustos foráneos, cada vez más frecuentes en nuestras ciudades y zonas de repoblación. Las fotografías, allí incluidas, muestran partes tan características de las plantas que el lector puede identificar fácilmente la especie en cuestión.