La India es el país de las narraciones, donde mejor se ha empleado la magia de la ficción para transmitir conocimiento e ideas. Estas expresiones alegóricas y artísticas han sido en la India desde antiguo la forma didáctica más extendida, en forma de cuento apologal. Con ellas se ha formado a los príncipes en las labores de gobierno, se le ha inculcado al pueblo el sentido de las tradiciones, se han mantenido la religiosidad y los mitos y se ha condensado la sabiduría de una civilización milenaria.