DERECHO CIVIL DE LA UNION EUROPEA: ADAPTADO AL TRATADO DE LISBOA (4ª ED.)

La adhesión de España a la Comunidad Europea ha supuesto la modificación de numerosos ámbitos de la sociedad española, y de manera muy significativa su ordenamiento jurídico, pues el hecho de ser miembro de la Comunidad determina la asunción de todo el Derecho comunitario que pasa a formar parte del ordenamiento jurídico español. Sin embargo, es preciso hacer notar que su integración en el Derecho interno tiene muchas peculiaridades, porque este nuevo Derecho, que, por lo que a nosotros nos interesa, le hemos denominado Derecho civil comunitario, tiene una doble naturaleza: sigue siendo Derecho comunitario en cuanto sus principios e interpretación son competencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas y, al mismo tiempo, es Derecho civil, por cuanto su materia o contenido pertenece a este área. Estas características y peculiaridades, junto al hecho de existir un desplazamiento o sustitución lenta y progresiva del Derecho civil interno por el Derecho civil comunitario, de tal manera que el Juez nacional en caso de conflicto debe aplicar éste y no el nacional, es lo que nos ha motivado sobremanera a escribir esta obra, que trata de sistematizar de forma conjunta lo más relevante en materia de Derecho civil comunitario. La tarea no ha sido fácil ni sencilla; por un lado teníamos una abundante legislación emanada por las instituciones Europeas con competencia legislativa sobre la materia; por otro lado, contábamos con una numerosa literatura jurídica sobre temas concretos, pero sin tratar la materia de forma conjunta. El primer problema a resolver fue cómo realizar su exposición, y después de pensarlo detenidamente hemos optado por lo que se podría denominar sistema tradicional, comenzando con el concepto, fuentes, aplicación, para seguir con los derechos de la persona, en cuanto ciudadano europeo, y, después, con el Derecho de la contratación (tan importante en la Unión Europea), la responsabilidad civil, la propiedad y la familia (aunque este capítulo sea más bien testimonial, por haberse legislado muy poco sobre el tema), para acabar con dos capítulos dedicados, uno, al Derecho medioambiental, y el otro, al Derecho agrario, pues ambos contenidos han tenido un desarrollo legislativo sumamente significativos por parte de la Unión Europea. Especial atención nos ha merecido la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, que tanto ha contribuido a la elaboración del llamado «acervo comunitario». Ello motiva la existencia de